La tradición oral y algunos datos sacados de los contextos de actas, periódicos y publicaciones son las fuentes de este escrito.
"Sobre el pavimento de tierra apisonada o «batida» andan descalzos los nazarenos con la cruz a cuestas y la cara tapada con capucha caída, los penitentes con grilletes en los tobillos que arrastran cadenas y bolas de hierro, otras gentes con túnica talar, sayas, camisas, pies desnudos, brazos en cruz o en posición orante llevando abalorios que no son precisamente de cristal. Avanzan entre los bordillos y las aceras empedradas con piedras pequeñas, de cantos rodados, formando a veces, mosaicos sencillos, sugerentes e ingeniosos."