El tema de la Santa Cruz, en toda su compleja simbología, es uno de los que cuentan con más temprana representación artística: lo hallamos ya en mosaicos y sarcófagos paleocristíanos en los primeros siglos de nuestra Era. Al instituir las fiestas de la invención de la Santa Cruz (3 de mayo) y de la Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre), la Iglesia contribuyó a difundir el culto a la Santa Cruz, aunque desligado aún de las celebraciones, ritos y manifestaciones religiosas de la Semana Santa. Como objeto ya de devoción procesional lo encontramos en puntos muy distintos de la geografía patria: Hay registrada oficialmente veneración a la Cruz, Santa Cruz o Santísima Cruz, y a la Vera Cruz o Santísima Ven Cruz con exteriorización procesional en múltiples ciudades: Ávila, Santander, Valladolid, Cádiz, Valencia, Sevilla,...
El Paso de la Santa Cruz de Gandía responde al típico Lignum Crucis: Como motivo central ostenta una gran Cruz desnuda, sobre tosco montículo y blanco sudario pendiendo del santo leño. Es obra, según ya se apuntó, de Francisco PÉREZ GOMAR y data de 1940. El trono-anda fue modelado por Antonio SANJUÁN VILLALBA, en 1952 (por un importe de 40000 pts); luego remodelaría su obra en 1960, incorporando -entre otros elementos técnicos o mecánicos- Cuatro pequeñas esculturas, que cubren otras tantas cartelas, una en cada lateral, y que corresponden alas figuras de San Juan y a las de las «tres Marías» que los evangelistas sitúan al pie de la Cruz. Son de reducidas dimensiones (50 cms. de altura); muestran visiblemente los símbolos que las identifican y visten ropajes de ampulosos pliegues, de cromática viva y estofado en oro fino, a tono Con el fulgor de la luminaria del trono-anda.
Las medidas son las siguientes: altura del conjunto, incluída la cruz, 380 mts. longitud 520 mts. (incluidos los brazos del anda); anchura 260 mts. Dentro del empeño ornamental de los despliegues procesionales, donde los Pasos parecen competir en reñido certamen de exhibición artística, y hasta suntuosa, el Paso de la Cruz se constituye en brusca excepción: la Cruz aparece desnuda y limpia, «vacía». Es un impacto que dura sólo un instante.
El espectador traduce de inmediato ese «vacío», porque llega -también de inmediato- a su exacto sentido y a su verdadera interpretación teológica: Ese vacío iconográfico representa la más colmada de las plenitudes. Al fi y a la postre la Cruz es el signo que sintetiza y compendia, en la más pura desnudez y claridad, la Redención; el signo que explica -con la mis asombrosa sencillez- el sentido último de los sufrimientos de Cristo. Es el misterio de la Cruz, hecho austero Paso, que no precisa de tallas geniales, filigranas decorativas ni maravillas de gubia imaginera. ¡ La Cruz! La Cruz, desnuda y limpia; la Cruz, árbol fecundo en hoja, en flor yen fruto, como canta el poema del diurnal litúrgico:
¡Oh, Cruz fiel, árbol único en nobleza!
Jamás el bosque dio mejor tributo en hoja,
en flor yen fruto. ¡Dulces clavos!
¡Dulce árbol donde la vida empieza con un peso tan dulce en su corteza!
El año 2002 se restauró el Trono- Anda de la Santa Cruz. En la procesión del Miércoles Santo de 2002 (27 - 3 - 02) a las 22:00 horas y desde la plaza de las Escuelas Pías desfiló la Santísima Cruz, por primera vez con las andas restauradas, por las calles de Gandia.
Detalles del paso:
Detalles del Trono-anda:
