Gracias a cada uno de los cofrades que formáis parte de esta gran familia que es la Hermandad de la Santísima Cruz. Año tras año vemos cómo esta hermandad crece, se fortalece y se renueva con ilusión, fe y compromiso.
Lo que un día comenzó a gestarse gracias al P. Gomar, en el año 1875 en las Escuelas Pías, sigue hoy más vivo que nunca. Aquella semilla de la fe sembrada hace 150 años continúa dando fruto, y es gracias al esfuerzo de todos los que, con humildad y entrega, han mantenido encendida la llama de esta devoción.
Desde aquí queremos recordar con especial cariño a todos aquellos cofrades que, a lo largo del tiempo, han formado parte de nuestra Hermandad y que hoy acompañan a la imagen de la Santísima Cruz desde el cielo. Su testimonio y ejemplo siguen siendo guía e inspiración para nosotros.
Recogemos con orgullo un legado de 150 años de historia que tenemos el deber de custodiar, vivir y transmitir. Sigamos llevando el Evangelio con nuestras vidas, honrando a la Santísima Cruz, símbolo de la redención del género humano y estandarte de nuestra fe, continuando esa transmisión a las nuevas generaciones.
Que la Santísima Cruz nos acompañe y bendiga en nuestro caminar.